Broche final a un manga bastante especial y muy fuera de lo común. A nivel artístico el manga es una pasada, Punpun va cambiando su aspecto en función de su estado de ánimo y dependiendo de lo que va sucediendo en la historia va mutando. El desarrollo de los fondos y el nivel del detalle de estos ha sido una cosa nunca vista para mi. Toda la obra esta pincelada bajo un toque depresivo y se muestra una desconexión de Punpun con el mundo que le rodea. La verdad es que el final me ha dejado un sabor bastante agridulce, a camino entre alivio y tristeza. |