La saga de 13 mangas Buenas noches, Punpun es el perfecto paradigma de la popular expresión: "no es oro todo lo que reluce". Con unas portadas de aspecto infantil y una caracterización cándida del personaje principal, estas páginas encierran muchos secretos a cada cual más enfermizo. La elección de trazar a Punpun y su familia con forma de pollitos, simplificando sus rasgos faciales a unas meras líneas hace que, inconscientemente, el lector empatice más fuertemente con las emociones sufridas. El semblante del protagonista transmuta según su percepción del mundo y las sensaciones concebidas. Nuestro Punpun deambula entre constantes tragicomedias, exageradas hasta el infinito debido a su congénita melancolía existencialista propia de un eneatipo cuatro cerebrotónico. La capacidad de Inio Asano para narrar múltiples cosmovisiones acompañadas de sus complejos desarrollos es perfecta, ausente de fallas . Con historias secundarias implementadas, los temas rondan en torno al alcoholismo, las enfermedades mentales, el suicidio, el abuso sexual, el trauma y las personalidades obsesivas; ocultas en cada uno de los personajes. Pegasus, figura introducida en la última etapa de Punpun (20 años), desvía en parte la tensión e intriga producida en el lector, cosa que podría haberse solucionado con un número menor de apariciones. Supongo que Asano le ha ofrecido tanto protagonismo a este individuo sectario y su grupo para exacerbar su analogía con Jesucristo y los 12 apóstoles. Un relato de doble lectura y numerosos detonantes psicológicos no apto para todos los públicos.
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