La Mucama De Omicunlé

Pensemos por un momento en un futuro sin mar, no sin mar como elemento físico, sino sin mar como ente, un mar sin peces, sin corales, sin vida, sin alma. Pensemos también en un futuro donde cambiar de sexo, tener dos o no tener ninguno sea posible realmente, migrar de hombre a mujer como quien va de América a Europa en una noche; juntemos ambos aspectos con una tira de personajes demasiado humanos, egoístas, reales y hagamos una mescolanza de creencias políticas y religiosas, entonces obtendremos la esencia de este libro; sí a lo anterior le sumamos además una prosa clara con tiempos confusos, (entre frase y frase podemos movernos un par de siglos por ejemplo) terminamos de bordar la reseña. Sin embargo, podemos agregarle algunas percepciones más, y es que este conjunto de páginas es incómodo por partes, espero sinceramente que sea distópico y no uno de los posibles futuros de nuestra sociedad, entre sus líneas se encuentra todo tipo de violencia, de creencias, de situaciones, que aunque raras son más que probables, eso lo hace creíble, aterrador, real, muchas veces te quita la esperanza para luego devolvértela, te enseña la luz, y sin embargo en las siguientes líneas te sumerge en la oscuridad, te lleva por playas paradisiacas manchadas por todas las sangres y por cárceles abarrotadas con olor a sudor y calor, te descubre cofres del tesoro, pastillitas de colores, cuadros de Goya y medusas ya extintas; y así de la mano de Rita Indiana, encuentras el camino entre un futuro destruido, un pasado de violencia y otro de prosperidad, vas avanzando casi a trompicones siguiendo el rastro de migajas de esperanza que deja la escritora, hasta que llegas al final, y la verdad no tienes nada que reprochar, porque ya lo habías pensado, lo sabias de antemano porque eres empático, ¿Te duele? Si, pero que le vas a hacer, también eres humano.