El Castillo de San Severino

Atención. Los fans de Shirley Jackson y la Maldición de Hill House van a disfrutar mucho de la novela, porque yo he notado un montón de referencias y se ha disfrutado de la misma manera. Soy muy fan de las casonas antiguas y grandes plagadas de secretos y apariciones.

A mí es que las historias que tratan de una pareja que se muda a un pueblo alejado de la mano de Dios, por la excusa del fallecimiento de un pariente y que luego a partir de ahí les comienzan a pasar muchas cosas extrañas y turbias, yo es que soy muy fan. Puede parecer algo típico, pero se lee que da gusto y eso que había veces que me costaba avanzar un poco más, ya que el autor es argentino.

Es una historia paranormal, con todas sus letras, pero se nota que el autor ha puesto un empeño muy grande en la documentación del pueblo, la cultura y las leyendas del lugar, incluso teniendo en cuenta el conflicto social que hay contra las poblaciones indígenas de la zona. Me ha sorprendido encontrarlo tan detallista y es algo a tener en cuenta.

A pesar de no saber mucho sobre la historia argentina, se agradece que el autor haya añadido datos a pie de página, para que cualquier persona pueda entender a todo lo que se están refiriendo los personajes y poder entrar mejor en su contexto.

Francisco se me ha hecho un personaje un tanto complicado. Había ocasiones en las que estaba de acuerdo con él, pero en otras tantas no le entendía y sus comportamientos se me antojaban insensibles y fuera de lugar. Salvo eso, no le puedo sacar muchas más pegas. También me habría gustado encontrar más dosis paranormales, pero eso ya es algo personal. Y a fin de cuentas, sigue siendo una novela muy disfrutable.

Ya sabéis que no soy nada partidario de los finales abiertos, pero en este caso, le ha quedado bastante bien, generando unas preguntas que espero que se nos respondan en un futuro cercano.