Castillos de fuego

Poco se ha escrito sobre la Guerra Civil y la posguerra española para todo el sufrimiento que generó durante 40 años. Afortunadamente hay muchos autores y autoras que nos siguen acercando historias de esos años para que no quede en el olvido, como llevan intentando casi 50 años más.

Diría que estamos ante otra novela que encierra más verdad que muchos libros de Historia porque nos da a conocer las vidas de personas corrientes que lucharon por resistir y salir adelante en aquellos años extraordinarios, porque "para algunos la guerra civil no terminó cuando acabó la guerra"

Con la II Guerra Mundial como telón, el autor se sitúa entre los años 1939 y 1945 con una novela coral donde pululan una veintena de personajes que intentan salir adelante en Madrid, una ciudad devastada por la guerra y marcada por el hambre, la penuria y la represión. Pero no os asustéis, la cosa funciona perfectamente, quizá porque todo sucede en único lugar que se erige como otro personaje más. 

Estamos ante otro libro donde no pasa nada salvo el devenir de un puñado de personajes inolvidables. Y yo he disfrutado con todos y cada uno de ellos y todas las aventuras y desventuras que les tocó vivir para afrontar esos años. Es interesante la mezcla entre personajes reales y ficticios, vencedores y vencidos, con sentimientos, ideologías y pasiones totalmente distintas, pero que nos dibujan un destino colectivo común “porque no hay nadie que no haya perdido algo en esta guerra". 

Al ser una novela coral, el ritmo narrativo no decae en ningún momento y ha hecho que las casi 700 páginas se me hayan quedado cortas. Y más después de ese final