La flor del azafrán amarillo

La flor del azafrán amarillo es una estupenda novela de ficción histórica, que empieza en 1837 con el nacimiento de Elizabeth (Lisbeth), en el sur de los Estados Unidos.
Nos cuenta la entrañable relación que se crea entre Lisbeth, y su ama de leche, Mattie, una esclava. Conoceremos la vida de los esclavos y como eran tratados. En 1705, la Asamblea de Virginia aprobó una ley en la que quedaba claro su postura:

"Todos los siervos llegados o traídos al país … que no fueran cristianos en su nación de origen … serán tenidos por esclavos. Todos los esclavos negros, mulatos o indios que habiten estos dominios… serán considerados bienes raíces". Además, la condición social de estos se heredaba por línea materna más que paterna; de modo que, con independencia de la clase a la que perteneciera el padre, todo individuo nacido de ancila se vería asimismo privado de libertad.

Mattie es una esclava que tiene un hijo de meses, Samuel. Trabaja para los Wainwright, Jonathan, Ann, y la madre de él, la abuela Wainwright. Cuando Ann tiene a Elizabeth, enseguida buscan una nodriza para que se ocupe de ella, de su alimentación y demás cuidados. La elegida es Mattie, que tendrá que dejar a su hijo al cuidado de su hermana para trasladarse a vivir dentro de la mansión familiar. Se encargará de todos los cuidados del bebé de día y de noche. Entre ellas nacerá un cariño y una relación especial. Un afecto sincero, ni el color de la piel, ni la diferencia social impedirá que se creen fuertes lazos entre ellas. Es sorprendente las costumbres de la época y la forma de comportarse de la madre y la abuela paterna.

Es una historia muy bonita, que emociona y llega al corazón. Está contada con sencillez y mucha delicadeza, teniendo en cuenta que trata un tema duro como el de la esclavitud, y la falta de libertad, incluso para la pequeña Lisbeth, que tiene marcado su futuro desde el nacimiento.
Una de las cosas que más me han gustado es que podemos ver como se vivía en los dos lados de la plantación, en la mansión de los dueños y en los barracones de los esclavos. La vida de lujo de los amos y la de trabajo de los esclavos. La evolución de Lisbeth es muy interesante. Me han gustado mucho las dos protagonistas.
Una lección de vida, amistad, sacrificio, y lucha por los ideales y la libertad.

La flor del azafrán amarillo es una estupenda novela que merece la pena leer y que no te dejará indiferente.



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