La fábrica de las sombras

¿Qué es lo mejor de leer un libro de Ibón Martín?

Para mi es la manera que tiene de sumergirte en sus escenarios. Es habitual conocer a través de sus libros tanto los maravillosos paisajes de la costa vasca, como algunas maravillas del interior. En este caso de la mano del segundo caso de Leire Altuna, viajaremos a Orbaiceta en plena selva de Irati un paraje natural navarro, fronterizo con el pirineo francés. Está claro que este es uno de los puntos fuertes de este autor, esa manera de conseguir que desde el sofá de tu casa, sientas en los huesos la humedad del sirimiri, oigas el ulular de algún animal que acecha en la noche y sientas como el oxígeno de esos parajes de adentra en tu interior.

Como en el primer libro de la saga, nos enfrentamos a una narración con dos hilos temporales, una en la actualidad y otra en el periodo franquista en el que como ya sabéis en los pueblos pegados a la frontera era muy habitual el trapicheo con mercancías provenientes de nuestra vecina Francia.

Leire de nuevo se ve implicada en una investigación policial invitada por su amiga Ane. El misterioso suicidio de una chica en una fábrica abandonada en la limítrofe Navarra, hará que Ane no puede investigar por estar fuera de su área de intervención y enviará a Leire para que la ayude a esclarecer un tema personal. Con Leire sentiremos esa opresión que se siente en los pueblos pequeños que en invierno se quedan aislados, esos habitantes llenos de secretos y rencores.

La trama es interesante al igual que en todos los libros que he leído del autor y ata muy bien todos los cabos de manera que al finalizar cualquier lector de novela negra puede sentirse satisfecho.

Este autor es un acierto siempre.