El faro del silencio

Leire es una escritora bilbaína que se ha instalado en un faro de la costa vasca con la idea de terminar la novela que culminará con su famosa trilogía. Ella será precisamente quien se encuentre en los alrededores del faro el cadáver de una mujer, a la que le han extraído la grasa abdominal. ¿Ha vuelto el temido Sacamantecas? Leire, presionada por los policías y los vecinos de Pasaia, decide investigar por su cuenta. ¿Servirán sus dotes novelescas para dar con el asesino?

Tenía muchísimas ganas de adentrarme en los inicios de uno de los grandes autores contemporáneos de novela negra española, y que mejor manera que hacerlo de la mano de Leire y una jovencísima Ane Cestero. La ambientación es inmejorable, como en todas sus obras nos situamos en una pequeña población, en este caso Pasaia, un pueblo pesquero e industrial que ha vivido tiempos mejores y oculta actualmente algún que otro secreto.

Precisamente, la narración se divide entre el 2013, la actualidad en el momento de redactar la novela, y el 1983, momento en el que el autor nos narra cuando los jóvenes de Pasaia substituyeron el oficio tradicional pesquero por la droga. El pasado vuelve para vengarse, y Leire deberá descubrir qué relación mantienen esos turbios hechos con las muertes actuales.

La ambientación, como os decía, ha sido desde sus inicios el punto fuerte de sus novelas, pasearemos con Leire junto a espléndidas vistas desde el faro, acantilados, lluvia y mucha naturaleza verde y viva. Sus personajes tampoco se quedan atrás, cualquiera es sospechoso y ha sabido jugar con el lector para mantenerlo en tensión hasta el final, siempre manteniéndose en hechos coherentes, pero con escenas de tensión muy potentes y asesinatos perfectamente escenificados para petrificar al lector más sensible.
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