La sonrisa de la Gioconda

“A la vejez se hace usted prudente. ¿Cómo se dice? «Las tareas pensadas en horas lúcidas se realizan en horas tristes». Tristes es la palabra adecuada, desgraciadamente” ~ La sonrisa de la Gioconda de Aldous Huxley.

Obra de teatro en tres actos en la que confluye el amor y el drama. Nos encontramos en la casa de Enrique, un hombre casado con un apego a la vida, a las artes y a las mujeres. Su mujer, Emilia, está enferma y vive encamada. Mientras, él mantiene una relación con una joven llamada Doris y conversaciones transcendentales con Julia, amiga de Emilia.

Un día Emilia aparece muerte. Nada fuera de lo normal dada su salud pero al cabo de unos meses las sospechas de que ha sido asesinada recaen sobre su marido que ha de enfrentarse al tribunal y demostrar su inocencia, en el caso de que sea inocente. Hasta aquí puedo contar.

Me ha encantado. Se lee muy bien y es una obra muy divertida aunque con bastantes toques dramáticos. El personaje de Enrique está dotado de un sentido del humor y de un cinismo que me ha hecho soltar alguna, no le llamaremos carcajada, sonrisa espontánea por sus ocurrencias pero también por su cruel punto de vista de la realidad. ¡Por fin un libro en esta tanda de #clasicosflash que he leído con ganas y disfrutando de cada escena y de cada acto! Leedlo, es divertido.