InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de Ros


Ros
18 May 2023
Es una de las últimas obras de Huxley, un sueño elevado del que quiso dejar constancia en un libro, La isla, de interesante lectura.

Lo que encontramos en el contenido de esta novela, es la necesidad de encontrar un nuevo modelo social para la comunidad humana, ya que parece que Huxley no estaba satisfecho con los regímenes imperantes ni con el capitalismo, ni con el totalitarismo.

Y se plantea encontrar alternativas para mejorar las comunidades humanas y así es como construye el mundo imaginario de Pala.

No era un joven sin experiencia para desconocer la impronta de la naturaleza humana, su genética, sabía la enorme dificultad, lo prácticamente imposible que se pudiera llevar a cabo una organización como la que propone en Pala, no parecía importarle y prefirió mostrar un mundo posible a pesar de lo imposible.

Quiso ser bueno y que todos pudiéramos serlo con él. Quiso mirar hacia el horizonte, pero todos sabemos que cuanto más avanzamos, más lejos va quedando la línea del horizonte.

Una propuesta de sociedad comunitaria, un sueño utópico que nos presenta, sin obviar los peligros exteriores y por tanto, su mensaje también será pesimista.

Pero de lo que nos hace partícipes es de cuestionar los modelos de sociedad en los que vivimos presentándonos nuevos elementos para poder soñar otras alternativas de futuro.

Los personajes que aparecen en esta novela son reiterativos, intercambiables, son los arquetipos destructores que como el rayo de Miguel Hernández, no cesa.

Podemos hablar así de un visitante que llega a Pala, Will Farnaby, con el propósito de escribir artículos para los periódicos de un magnate de las finanzas, llega accidentalmente a Pala, después de un naufragio, y se irá introduciendo en la sociedad y el proyecto de organización que se ha generado en Pala.

Y es que en esta sociedad de Pala, se intenta convivir en un estado de autorrealización, una utopía emprendida por dos personalidades que representan a Occidente y a Oriente, serán el doctor Andrew MacPhail y el Viejo Rajá de Pala.

Entre ambos, intentarán llevar a cabo un proyecto de sociedad, uniendo los resultados de las dos civilizaciones, lo científico y lo espiritual, hallando en el budismo tántrico el aprendizaje para el desarrollo personal, fomentando la lucha contra el dolor, el desarrollo de la agricultura, el fomento del lenguaje y educación, evitar el descontrol de la natalidad y crear comunas multifamiliares , los llamados CAM o Centros de Adopción Mutua.

En La isla, Huxley recoge los que fueron los acontecimientos mundiales más perniciosos para la humanidad y que se han ido sucediendo sin concederse pausa.
Observa su nacimiento, su deriva, su final y las consecuencias, cuya faz conoce bien y cuya cara amarga, conocemos nosotros también.

Huxley mostrará al desnudo los flamantes sillones con ricos tapizados del poder, de la indecencia más abyecta.

Huxley nos dejará con Jorge Luis Borges, una perla cultivada en el seno de la inteligencia: “La experiencia es el nombre que le damos a nuestros errores”.

Separa sin retroceder, a observar la naturaleza del ser humano , su naturaleza fácil de corromper, cuando deja de pensar para agruparse convirtiéndose en manada, siguiendo al líder y su bandera, banderías que llevarán al ser humano a asaltar sus pobres y limitadas barreras de protección personal, agrietándolas hasta hacer el suficiente hueco para salir y unirse a los más infames alientos.

Sabe Huxley, por los errores cometidos, por los errores anteriores, que la experiencia avisa y a eso atiende en La isla.

En esta obra magnífica deja constancia expresa de su búsqueda para atisbar un nuevo orden ético y moral, político y social, un orden que se alía con la naturaleza y que aspira sin dudas ni ambages, al inteligente bien común, a consentir para todos la alegría de vivir, a conservar lo bueno, a ampliarlo y a desdeñar sin ninguna piedad lo malo, lo nocivo, precisamente, todo aquello que la experiencia confirma como fracaso, como error, como colapso.

Este nuevo y justo orden social que propone Huxley para los habitantes de la isla de Pala, se asienta sobre conocimientos intelectuales y humanistas.

El autor es conocedor de los vericuetos neuronales del cerebro humano, del ser humano complejo, dubitativo y ciertamente errático.

Buscará un lugar físico en el que hacer posible la vida nueva, un espacio utópico, completamente utópico en el que lo mejor pueda crecer y desarrollarse y así propone como posible ejemplo, la isla de Pala, una isla-Estado cercana a la costa India, situada en un imaginario Pacífico.

Huxley, utópico, imaginativo, creativo, imagina Pala con una fuerte organización comunitaria.
En Pala la intención es que el personalismo se pliegue ante la propuesta inteligente del bien común , del bien para cuantos más mejor.

Hace constantemente alusión a la naturaleza , su propuesta es no ir contra ella, no tropezar violentamente contra ella, no golpearla, no agotarla, no gastarla inútilmente. En definitiva, no interferir negativamente en la naturaleza de la naturaleza.

La organización inteligente, cultivada, sensata y comunal no fue posible en Pala, por unos motivos u otros, que son los ancestrales motivos de siempre, Pala no parece posible, aunque quizá en el imaginario colectivo todos soñemos con Pala.
Comentar  Me gusta         2220



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro
Apreciaron esta crítica ()(22)ver más