La mujer del serial killer

Tom y Beth, junto a su pequeña hija Poppy, forman la familia perfecta. Una noche como otra cualquiera, la policía irrumpe en su idílico hogar para llevarse a Tom porque tienen que hacerle unas preguntas sobre un caso de asesinato. Tom no opone resistencia y Beth no se explica qué está sucediendo.

Como bien dice el título, la protagonista de este libro de intriga con tintes de thriller, es la mujer de un asesino en serie. Durante gran parte de la historia es ella la que lleva la voz narradora, aunque en algunos momentos es el propio Tom. La verdad es que me hubiese gustado que él tuviese más protagonismo porque temía que algunas preguntas se quedaran sin respuestas, pero todo va cobrando sentido conforme vamos llegando al final.

Este libro me llamó la atención desde el momento en el que lo vi y sí me ha gustado, pero para ser un thriller me ha resultado bastante flojo y como han dicho algunos de mis compañeros de lectura conjunta, es la típica película que se puede ver los fines de semana en antena 3. Lo más positivo es que se lee muy rápido y engancha bastante, pero los personajes me han parecido muy lineales, planos o como se les quiera llamar.

En esta historia podríamos decir "ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos" o "nada es lo que parece ser ni nadie es quien dice ser", pero ni una frase ni la otra encaja porque está todo más que cantado a pesar de que no quería que fuese así. Ya sabéis, un poquito más de intriga, es lo que le va a este tipo de libros.

"Todos nos ocultamos tras puertas cerradas la mayor parte del tiempo. Nadie sabe qué pasa ahí dentro, cómo es la vida de una persona una vez se ha cerrado la puerta".