Cruce de tormentos

Federico, al que todos conocen como el cacique, vive en la mansión Balboa, en el pueblo de Don Javier, un lugar en el que no es aceptado por el comportamiento que tuvieron sus antepasados. Por otro lado, nos encontramos con Ismael, un chico que vive con su madre Cecilia, una mujer trabajadora que lo ha criado sola, y con el novio de esta, Damián, todo un personaje. La familia tampoco es aceptada del todo en la localidad. Y por distintas circunstancias sus vidas se entrecruzarán.
Nos encontramos con un thriller rural ambientado en Castilla La-Mancha, algo que fue de las cosas que más me llamaron la atención. La ambientación rural hace que el libro sea diferente a otros, demuestra que para escribir un buen thriller no es necesario situarlo en un país extranjero.
Esos prejuicios de los ciudadanos del pueblo llevados al extremo me han resultado muy interesantes, la manera en la que se meten en la vida de los demás.
Los personajes están muy bien construidos, no podría decantarme por uno. Federico tiene un pasado que quiere olvidar, pero en Don Javier no le perdonan su procedencia. Cecilia es tildada de loca, y aunque comete muchos fallos, lo que más le preocupa es su hijo. Ismael es un chico al que es muy fácil coger cariño. Y por último está Damián, un mal tipo que solo causa problemas.
La historia me ha parecido de lo más interesante, llevándola por un terreno que no voy a desvelar para no hacer spoiler, pero que no me esperaba para nada y que me ha sorprendido muy gratamente. Y el final creo que es el mejor broche que se le puede dar a esta historia.
La pluma del autor me ha gustado mucho, transmite muchísimo con sus letras, te hace sumergirte de lleno en la historia. Aunque es el primer libro que he leído suyo, no será el último.
Recomiendo totalmente esta lectura.