Lectura cruda, dura, intimista, realista, a ratos positiva , en otras menos, de como el autor vive un amor roto entre Madrid y París. Cuando se rompe el amor decide viajar a "curarse" a su ciudad fetiche que no es otra que la multiétnica capital francesa. Con su pluma te hará subir a los tejados, recorrer los bulevares, oler los croissants, pasear por el Sena, pero sobretodo te hará partícipe del dolor tan fuerte que su alma siente. Me gustó mucho en su momento, pero te recomiendo no leer este libro si estás bajo de ánimo o tienes una relación de pareja recién rota o a punto de estarlo, porque te machacará el interior |