Crónica de un vendedor de sangre

Es mi primer acercamiento a la obra de Yu Hua, un autor de China, bastante conocido, premiado y muy bien valorado. de aquí que me enfrascase en su lectura.

Hablemos del título, “Crónica de un vendedor de sangre” y así es, la venta de sangre en el hospital para conseguir dinero es un eje primordial, presente en toda la novela, de principio a fin.

Sin embargo , explicaré brevemente por qué me costó entrar en esta novela, son varios los motivos. Aquí los tenemos:

- Es una obra de marcado carácter chino, donde perduran costumbres con las que se produce mi primer alejamiento.

- Estamos tratando de una historia ambientada en la China rural de las décadas sesenta, setenta… con claros aspectos que, en principio, no me motivan.

- Su protagonista principal, Xu Sanguan tiene comportamientos que, aunque bastante variables, me separan de él.

- El gran peso emocional que tiene la familia. Importa muchísimo.

- La donación de sangre en China, que parece que aunque no está muy bien visto hacerlo, se paga por ella y se hace por dinero.

- La presencia fundamental de los hombres, las mujeres a su servicio e incluso maltratadas, sin ellos no son nada.

Y ahora, ya aclaradas mis apreciaciones iniciales, sigo comentando la novela. Una vez que te adentras más en ella y llegas a acabarla, han surgido otros aspectos muy interesantes.

La definiría como una gran obra poco común.
En definitiva, queda bastante claro que algunas tradiciones un tanto primitivas, sobre todo en lo referente a las relaciones humanas, el matrimonio, el papel de la mujer, el valor de los hijos frente a las hijas y algunas creencias de la China rural, no me ayudaban a quererla.

Sin embargo, no tardé mucho en darme cuenta que, la vida tan dura y las propias contradicciones y sufrimientos de su protagonista, acabaron por convertirse en el enorme drama de los valores locales que, por otra parte, también son totalmente universales. Ahí reside su riqueza.

Pero hay más. Nos encontramos ante la historia de un hombre común, el personaje y protagonista, Xu Sanguan, desde su juventud hasta su vejez.

Es un trabajador de una fábrica de seda, que recurre en múltiples ocasiones a la práctica de vender su sangre en el hospital y conseguir así bastante dinero.
Al principio, siendo muy joven, y con dos conocidos de su pueblo, lo hace porque desea casarse y necesita el dinero, pero más adelante, con tres hijos y las necesidades que van surgiendo, se expone a vender su sangre para satisfacer las necesidades familiares.

No obstante considero que la novela lo que pretende es adentrarnos en los interiores de la China rural del momento y su evolución, es el retrato de un país, a través de la excusa de contarnos la vida de Xu Sanguan y la supervivencia de la familia en un entorno difícil, lleno de complicaciones, de carencias y múltiples problemas.

De ahí que se relaten las dificultades del matrimonio, la hambruna y las
penalidades de la vida en China, antes, durante y después de la revolución maoísta, donde todo es complicado, incluso la relaciones familiares y con los propios hijos.

Xu Sanguan saca adelante a toda la familia, en dramáticas circunstancias, aunque siempre acabamos encontrando la esperanza.

Pero tengo que hablar del estilo del autor en esta novela, la ironía e incluso la burla están muy presentes.
Un lenguaje directo , sencillo, popular y espontáneo, totalmente exento de formalismos, alternando perfectamente con la crueldad, el humor y las escenas que nos conmueven.

Y todo ello, nos lo presenta de forma entretenida, sin dejar de indagar en la evolución sobre China y en sus habitantes.

En definitiva, es una obra en la que, salvando el machismo e incluso el individualismo de Xu Sanguan, será el amor hacia su familia lo que le costará su sudor, sus lágrimas y sobre todo su sangre. Nunca mejor dicho.

Me ha gustado conocerlo, me ha gustado leerlo.