La casa en los confines de la tierra

William H. Hodgson escribió esta novela, sin duda la más famosa de toda su obra, a principios del s. XX y es una clara precursora de un tipo de literatura de terror que más tarde alcanzaría su pleno auge de la mano de discípulos como Lovecraft, en el que hay tan claras influencias que mientras leía a Hodgson me parecía estar leyendo al escritor de Providence. Literal.
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En la casa en los confines de la tierra nos vamos a encontrar con una historia que por momentos parece salida de un tremendo colocón del autor. No me malinterpretéis, es claramente una narración mezcla de realidad y pesadilla, surrealista y excesiva, con momentos difícilmente asimilables sin un bagage previo en este tipo de literatura. En mi caso ha pesado excesivamente la influencia de Lovecraft que, a la vez que me ha facilitado la lectura ( por familiaridad con este tipo de historias) también ha hecho que inevitablemente comparara a ambos, y en este caso Hodgson ha salido perdiendo. Me ha parecido una historia que podría haberse resuelto en menos páginas con el mismo resultado, y así haber evitado la sensación de repetición que genera en su parte final. Además de esto, Hodgson apenas da respuestas a los numerosos enigmas que plantea, con lo que al terminar la lectura la sensación no acaba de ser muy placentera. Hasta he encontrado algún gazapo que otro, cosa rara en mí, que normalmente me creo todo lo que me cuentan. En este caso no, pero esto es algo personal, tenedlo en cuenta.
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En resumen, se aprecia la importancia de esta novela por su influencia posterior pero en mi caso me quedo con el discípulo. Es cuestión de tentáculos.