Hong Kong Hacker

Se convertía en blanco de hostigamiento público y de cosificación por parte de desconocidos. Nunca en su vida habían visto a _, pero hablaban como si la conocieran íntimamente, proyectado sus imaginaciones en ella y usando eso como arma. Los mensajes estaban llenos de palabras soeces, como si hablar desde el otro extremo de un cable de fibra óptica les diera excusa para ser lascivos y desagradables.

“En la búsqueda de la verdad, elegimos creerles a fuentes no confiables y desparramamos las mentiras escudándonos en que estamos “compartiendo”, cuando en realidad, estamos creando un desastre que luego es imposible de deshacer”

Ojo por ojo. Sobre todo en esta sociedad, donde hay una capa de civilización en la superficie, pero por nuestras venas corre la ley de la jungla. Supervivencia del más apto.

Los seres humanos son criaturas olvidadizas y egoístas. Pedir perdón es otra forma de ser egoísta. Recibes absolucióny sigues adelante. Pero, al final de cuentas, es hipocresía

Solo quería que un extraño escuchara todo lo que he sufrido como prueba de que existí en el mundo. Para cuando leas estas líneas, es posible que ya no lo haga.

Todos los chicos usan caretas distintas y se comportan como la persona que a ellos les parece ideal. Los adultos deberían enseñarles a tener más confianza en sí mismos, pero, en nuestra sociedad enferma, la educación apunta a crear lotes interminables de robots que respetarán la autoridad y seguirán las convenciones.

La única forma de vivir es cogiendo lo que se pueda.

Cuando Nga-Yee salió de su apartamento a las ocho de la mañana, no tenía ni idea de que ese día iba a cambiarle la vida.
Después de la pesadilla del año anterior, sentía que les esperaban tiempos mejores solamente con que apretasen los dientes y se mantuviesen firmes. Estaba convencida de que el destino era justo y de que, cuando sucedía algo mano, después, naturalmente, seguía algo bueno. Por desgracia, a los poderes de turno les encantaba gastar bromas crueles.

- ¿De verdad quieres vengarte?
- ¡Sí, ¡Quiero descuartizar a ese monstruo!

Los seres humanos amamos expresar nuestras opiniones más que comprender a los demás. Hablamos muchos y escuchamos poco, razón por la cual el mundo es tan ruidoso