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Tengo muchas cosas buenas que decir de este libro. En primer lugar me gustaría hacer hincapié en la grata sorpresa que me he llevado al descubrir a un autor con una pluma tan bonita. Su estilo claro y su forma de narrar sumergen al lector en un mundo devastado por la Primera Guerra Mundial. Además de esto, es de muy agradecer la facilidad con la que se lee el libro: atrapa desde las primeras líneas y en ningún momento se pierde el hilo. Es posible que exista una gran cantidad de libros ambientados en este lamentable episodio histórico. Sin embargo, me ha resultado muy llamativo que el punto de vista fuera el de los habitantes alemanes. Tenemos tres puntos de vista diferentes: dos hombres, Max y Bruno, destrozados física y emocionalmente (respectivamente) por la guerra y una mujer, Anna, con una bondad inmensa en tiempos donde lo bueno apenas existía. Por supuesto también debo nombrar a Nia, el pastor alemán que acaba robando el corazón de los lectores. Al principio no sabía muy bien cómo iban a converger las distintas situaciones que vivían cada uno de los personajes. Sin duda, el autor ha sabido llevar muy bien las líneas argumentales de cada uno de ellos para que la historia tuviera un nudo llamativo y un desenlace del que no voy a hablar porque sería horrible por mi parte. Por otro lado, y a pesar de que Bruno me empezó a caer mal por diferentes circunstancias, ha sido, en mi opinión, el personaje más humano. Quizá por sus defectos e imperfecciones, por su culpa y ansiedad, por sus errores y dolor. Con esto no quiero decir que los demás no me hayan agradado; lo han hecho, sobre todo Max y Nia, pero Bruno tenía ese arrepentimiento y desesperación que me han hecho engancharme a su trama. Debo admitir que pensé que iba a haber un antítesis (Waldemar), y que me he llevado cierto chasco al ver que el "malo" era un malo "descafeinado". Tal vez el autor perdió una buena oportunidad de darle más protagonismo a este personaje con el fin de crear más obstáculos a los protagonistas. No obstante, creo que su intención fue reflejar a la guerra como enemigo de todos. Algo que consigue sin duda alguna. En definitiva, ha sido un libro que me ha sorprendido, que me ha emocionado. Una historia de esperanza para personas que necesitan luz en su vida. |
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