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Esta fue una lectura obligatoria en mi etapa escolar y ahora con la madurez adquirida con los años me ha emocionado y me ha hecho mella de la misma forma. Sigo pensando que es una lectura obligatoria durante la adolescencia que es cuando más susceptibles y receptivos estamos a estímulos externos. Esos que nos influyen en nuestro carácter tanto para bien, como para mal. Es una buena forma de ver la mayoría no tenemos una vida fácil por un motivo u otro y que en lugar de hacernos daño lo que tenemos es que ayudarnos en la medida de lo posible. Nunca sabes cuándo puedes necesitar esa ayuda tú, haz lo que puedas por facilitarles la vida a los demás. Una de las enseñanzas es esta. Y un buen lema sería: Vive y deja vivir. Además de: Nadie es más que nadie. Pienso que todo aquél que vaya a leerlo tiene que ir advertido sobre él. Es una historia dura.
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