Yo, mentira

Creamos universos tan cerrados, tan mínimos en torno a nosotros que, llegado el momento, nos da pereza hasta desear. Porque desear lo que no tenemos, o lo que creemos que existe más allá de nuestra vista pero de lo que no tenemos certezas porque no nos aventuramos más allá del desayuno, comida y cena, es salirse del camino marcado. Y hacer eso es de loca, de inconsciente; es cosa de otras. Nos encerramos y acabamos por amar la jaula, a los cuidadores y a los que nos miran desde el otro lado de los barrotes como a animales exóticos, casi extintos. Amamos y envidiamos. Y vuelta a desayunar, comer y cenar.
A veces me pregunto si realmente existe el otro lado de la jaula.

Silvia Hidalgo ha escrito un libro que funciona como un espejo que devuelve le imagen desde dentro. La imagen de lo que todos hemos pensado alguna vez aunque lo disfracemos de mentira.