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Bajo Las Ruedas: Una lectura melancólica “La escuela es el único problema cultural moderno que tomo en serio y que ocasionalmente me excita. En mí la escuela ha destrozado muchas cosas […]. Aprender, sólo aprendí latín y mentiras.“ Hermann Hesse Advertencia: Quien no haya leído este libro es mejor que no continúe leyendo. Se revelan aspectos de la novela que es importante no conocer para tener una experiencia completa de su lectura. Una Lectura Melancólica Terminar una novela de Hermann Hesse nunca me ha sido indiferente. Esta vez estoy de luto, me siento con nostalgia y melancolía. Contemplo, bajo una lluvia delicada y gris, el cuerpo consumido de Hans Giebenrath. ¿Quién lo ha consumido? Todos: Su Padre; Sus amigos; Sus amores; y en especial, sus Profesores. “Ahí van unos cuantos señores que han ayudado a traerle hasta aquí.” le diría el zapatero Fleig al padre de Hans sobre su tumba. Los señores a los que se refería Fleig eran los profesores. De las tantas lecturas que podría tener Bajo las Ruedas, una de ellas podría ser sobre consumirse. ¿Y de que forma consumirse? En la forma en que vamos perdiendo nuestro espíritu. Bajo las Ruedas nos habla de como se destruye el espíritu libre de la juventud; de como se ponen sobre los hombros de la vida (y del mundo imaginativo) el peso destructivo de la gris modernidad mecanicista y sus banales responsabilidades; de como la sociedad aplasta generación tras generación la maravillosa infancia del individuo. La mayor culpa se la llevaría el Sistema Educativo y al parecer, continúa siendo así hasta nuestros días. Detrás de la poética y maravillosa prosa de Hermann Hesse se esconde la crudeza de una experiencia autobiográfica y una fuerte crítica a los destructores del espíritu. Hay muchas referencias mezclándose. Entre más ahondamos en la vida del autor, más caleidoscópica es su lectura: la muerte de su hermano Hans; la fuga que realizó del Internado en el Monasterio de Maulbronn cuando era un estudiante; los intentos de suicidio que tuvo en su época estudiantil, entre otras experiencias. Si dejamos de la lado lo autobiográfico encontraremos el tema de la educación o más bien del Sistema Educacional. Poco y nada a cambiado la esencia de este sistema del lejano 1904, año de la obra, hasta nuestros días. Existen las mismas aspiraciones de quienes nos rodean sobre nuestros logros estudiantiles. Hay una presión social de tener una carrera, de ser distinto a los demás, de ser el mejor. En un mundo donde el paradigma es la competitividad y la acumulación, la presión que ponemos sobre los hombros de nuestros niños a tan temprana edad es intolerable y deshumanizadora. Moldeándolos con los límites de la racionalidad, ya sea con una religión literalizada o ya sea con un pensamiento científico dogmático y vacío espiritualmente, mutilamos el espíritu y lo sustituimos con un vacío en el corazón, con mentiras materialistas, con la absurda modernidad. Las Tasas de suicidio en edad escolar están en aumentos. Las enfermedades mentales, la ansiedad, el estrés son enfermedades modernas derivadas por el ritmo acelerado de una vida que no te da el tiempo de transformarte completamente de niño a adulto. Vivimos sobre el paso, sufrimos la soledad, somos seres sin madurar completamente, la vida pasa y no nos conocemos, se destruyen nuestros sueños, nadie sabe que hacer. El Sistema Educacional es cómplice de esta destrucción social. Sin embargo, la preocupación de Hesse siempre a estado en torno al individuo, no en los problemas sociales. En este caso lo que ocurre en Bajo Las Ruedas puede ser una forma que tiene el autor de decirnos No se dejen destruir, no sean un Hans Giebenrath, sino un Hermann Heilner. Heilner estaba de alguna forma sufriendo la perdida de su infancia pero consciente de ello, resistiendo y entendiendo quien causaba este daño por lo que se mostraba con rebeldía sobre el Sistema. En un acto de Victoria, Heilner es expulsado del internado dejando un profundo rastro en la mente frágil de Hans. Este volverá en sueños tormentosos cuando su espíritu cedía a los pensamientos suicidas y se desconectaba con este mundo. Hans se dejo destruir. Heilner resistió. Enlace: https://hambreliteraria.word.. |
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