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Después de "Todas las criaturas grandes y pequeñas" y "Todas las cosas brillantes y hermosas", llega la tercera entrega de las, podríamos decir, memorias del veterinario más famoso de la Inglaterra rural de los años 30. En este caso, aprovechando su alistamiento en la RAF para combatir en la segunda guerra mundial, el autor narra pequeñas pinceladas de su adiestramiento como piloto, para enlazando con ellas pasar a lo que constituye el nucleo principal del libro y de las otras dos entregas, sus experiencias como veterinario en el mundo rural. Escrito en el mismo tono amable y con muchos toques de humor está a la altura de sus predecesores y es sin duda un buen libro que nos transmite la visión de un mundo que ya se ha ido, pequeñas granjas familiares, sin apenas automatización y donde las relaciones de las personas con el entorno van más allá de simples medios de ganarse la vida. |
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