Las decisiones de Sara

La actitud de Sara en este libro, el de las decisiones, al igual que en los anteriores, sigue sin dejarme apreciarla. Esa necesidad de agradar, enseñándonos los errores de los demás no me acaba de encajar, si es solo para poder entender al personaje.

Gracias a que la historia es adictiva, y a la pluma de la autora, que ni aun siendo super fan de la protagonista, hasta esas emociones pasan a un segundo plano y me han mantenido enganchada.

Tras un infortunio enorme en la vida de Adam, los tres amigos deciden tomarse un año o más… sabático en los Estates. Sara sigue atada de alguna manera a Will, (todavía no sé por qué), en mi opinión se da demasiadas vueltas a esa relación.

Él no la deja ir, y ella no le deja marcharse. Constantemente.

El viaje es una gozada de descubrimientos, hay cualidades del gran Olly, que me han dejado con los ojos como platos, madre mía lo que escondía el rubito detrás de su actitud antisocial. Parece que cuando y con quien está cómodo, se desmelena.

Adam es el único personaje que mantiene su esencia, porque hasta mi favorita Pear, cojea en un par de decisiones. Deseo que todo se quede en una anécdota y así disfrutar con muchas ganas esa madurez, que deseo ver ya por fin en Sara y que hasta ahora no me deja disfrutar de su personaje.

Creo que la última parte va a ser decisiva, y estoy deseando leerla para poder ver por fin cómo evoluciona esta pareja. A veces me dan ganas de ser Adam, chutarles en serum de la verdad, encerrarlos en una habitación y que de una vez por todas, saquen todos esos sentimientos guardados desde los nueve años.

Olly Go for it! To be continued…

Gracias por la tinta Susana*
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