Tomar tu mano

Último libro publicado de una de mis editoriales de referencia, que en esta ocasión nos sitúa en un país del que no tengo casi referencias ni creo haber leído nada previamente: El Salvador.

En la contraportada del libro se habla de una guerra civil de la que ambos bandos se declararon vencedores en 1992. En esta situación de conflicto no resuelto, quienes salen peor paradas (las que sin duda pierden por su realidad diaria) son las esposas, hermanas y madres, cuya única salvación podría encontrarse en la huida a un país vecino donde exista alguna ley que las proteja de esa violencia de la que son víctimas en manos de sus hermanos, esposos o padres.

Hay en “Tomar tu mano” un aire similar al de esa corriente de escritoras latinoamericanas que he comentado en otras ocasiones (como son Guadalupe Nettel, Fernanda Ampuero o Brenda Navarro entre muchas otras) y que se caracteriza por una violencia omnipresente y muy focalizada en la figura de la mujer. El hombre se presenta como una entidad que se sitúa en una posición de superioridad con respecto a la mujer gracias al uso de la violencia física y verbal, pero también es la propia sociedad la que establece a la fuerza el espacio y el papel al que las mujeres deben limitarse, sabiendo siempre que su fin es ser de ayuda al hombre para que pueda realizarse y conseguir lo que quiere en su vida.

Se trata de un libro curioso, muy diferente en el modo de narrar con respecto a cualquier otra obra que haya leído, puesto que nos encontramos con un conjunto de voces que hablan de un modo indirecto, sin guion largo que nos indique quién dice qué, sin establecer un diálogo en el modo usual. al mismo tiempo, no sabemos los nombres de los personajes protagonistas, tan solo tenemos elementos que les identifican y que nos dan pistas sobre su identidad, herramienta que (supongo) utiliza con la intención de que se trate de un relato impersonal que sirva al conjunto de las mujeres a las que quiere representar.

A pesar de la dureza del relato, se trata de una lectura ágil, que empuja a seguir leyendo y avanzar en lo que se nos cuenta, además de a querer saber más sobre la realidad salvadoreña. ¡Muy recomendable!