Horrorstör

Vamos a pasar una noche en una megatienda de muebles con varios de sus empleados, y Amy será nuestra principal guía.
Podría ser una noche tranquila, pero entonces no tendría gracia, ¿no?

La primera razón por la que no va a ser una noche tranquila es por los personajes. Cada uno tiene su personalidad muy marcada, y cada uno es de su padre y de su madre, por lo que chocan continuamente. No he llegado a empatizar con ninguno de ellos, principalmente porque no entendía algunas de sus decisiones, pero sí que les he cogido cariño y quería saber más de ellos.
NOTA: si vas a pasar la noche encerrada en cualquier sitio, que sea con gente que te cae bien.

Y la segunda razón de tener una noche movidita es porque pasan cosas, obvio ¿no?, para eso estamos en un libro de terror. Las cosas que pasan a mí personalmente no me dieron miedo, con algunas sentí grimilla, con otras asco, con otras repelús, pero miedo no.
NOTA: si vas a pasar la noche en cualquier sitio lleva linternas y pilas como si fueses a pasar un año entero.

Como conclusión, es un libro que me ha entretenido, con el que me he reído en los momentos más absurdos, con el que quería saber qué más iba a pasarles, y que esconde una crítica social muy pero que muy buena. No va a ser mi libro del año, pero pasar un buen rato está muy bien.

No es un libro que os pueda recomendar así genéricamente, porque la forma de escribir del autor es muy personal y no encaja con todo el mundo, pero si os ha gustado lo que os he contado y os tienta la premisa dadle una oportunidad.