El Principiante

Os cuento, el autor, Peter Heller nos narra la forma que tiene de afrontar su particular crisis de los cuarentaytantos y ya os digo que es bastante original.

Con cuarenta y ocho años, tiene dudas sobre su trabajo, sobre su relación con la mujer con la que está ahora, Kim, y sobre sí mismo. Necesita hacer algo que le vuelva a proporcionar una chispa y un nuevo acicate para seguir adelante. Si tenemos en cuenta que su vida ha sido de todo menos tranquila, ha completado un viaje espectacular al Tíbet y ha escrito sobre ello, podréis suponer que el reto no será fácil. Sabiendo que su amigo Andy no está pasando por un buen momento, también está en crisis existencial, lo invitará a acompañarlo. van a hacer surf, así a lo loco, sin haberlo hecho antes, sin conocer las reglas, las pautas ni nada. Tomarán una tabla y se meterán en el meollo más increíble, donde se encuentran los más expertos surfistas, y quedará claro y aprenderá a base de golpes, literalmente, que es un pardillo, o sea un novato en jerga surfera. Lo que se le clavará en sus carnes y en su orgullo. Pero él no es de los que se rinden y buscando un lugar menos transitado entre los cazadores de olas, conocerá a El Santo, un hombre que pese a haber pasado unos momentos de salud tremendamente complicados, ha sacado fuerzas y se ha recuperado y se dedica a dar clases de surf. En poco tiempo conseguirá que Peter sí que sea capaz de surfear de verdad y que consiga la comunión con las olas que él deseaba.

Cuando vuelve a casa lleno de alegría y entusiasmo va a convencer a Kim para dejarlo todo durante unos meses y con una furgoneta ir a consolidar sus técnicas surferas, vivir su amor por el mar y recolocar su relación amorosa. Kim acepta y allá van. Un viaje que cambiará sus vidas.

El libro está escrito con un estilo entusiasta y luminoso que nos da bastante información de cómo es su autor y su forma de ver la vida. Por momentos te dan ganas de dejarlo todo y lanzarte al mar con ellos, me parece algo muy valiente, otros directamente piensas que hay que estar muy loco para hacer eso. Lo que hay que valorar es que no solo aprende a surfear y a coger olas míticas, va a saber dónde va su relación con Kim, es capaz de analizar qué hace bien y qué hace mal en su relación y en ello se volcará. Su amor por la naturaleza y el océano se van palpando en cada una de las páginas. Observar cómo nos estamos cargando el planeta, lo mal que estamos gestionando, cómo destrozamos el ambiente natural de ballenas y delfines, en nombre de los cuales hace más de un alegato, te hace revolverte por dentro y luchar más por el cambio en nuestra forma de hacer las cosas para que no sea un camino sin retorno.

Al principio, tengo que reconocer que se me hizo algo lento y pesado con toda la jerga acerca de las tablas, la cera, etc. Pero luego entré de lleno en ese mundo que me hizo replantearme muchas cosas, y lo he leído con avidez.

En resumen, un libro autobiográfico acerca de una aventura surfera que supone un reto y una forma de existencia, un canto de amor al mar, a la naturaleza y a la vida, impregnado de olor a sal, a mar y algas, lleno de arena y afán de superación. Lo recomiendo para leer en el momento adecuado, si no es así, te puedes perder un gran viaje.
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