París 1832: la epidemia de cólera

En esta nueva convocatoria de la iniciativa Masa Crítica, organizada por el portal literario Babelio, fui agraciada con la asignación de este libro, uno para los que había postulado. En una convocatoria anterior tuve ocasión de leer un libro de ficción sobre la actual pandemia, ahora se trata de un libro de no ficción sobre una pandemia similar, la llegada del cólera a París en 1832. La editorial Sequitur ha tenido a bien unir en una breve pero intensa obra la crónica sobre la misma redactada por Heinrich Heine, corresponsal de prensa, durante su estancia en la ciudad junto con un extracto de las “Memorias de ultratumba” del vizconde de Chateaubriand, referidas a su experiencia en aquellas inciertas fechas.

Lo primero que me sorprendió cuando llegó el ejemplar de esta obra fue su corta extensión, he de decir que al principio resultó algo decepcionante, al suponer que lo que tenía por delante era una lectura de poca sustancia y rápida conclusión, pero no fue así, porque las líneas de texto contienen cada una de ellas mucho drama, a fecha actual podemos hacernos a la idea de qué tipo de situación vivían en aquel momento los ciudadanos parisinos en particular, aunque la enfermedad ya afectaba a gran parte del continente europeo, a lo que había que añadir obviamente la escasez de medios de prevención o de medios de comunicación con los que contamos ahora y esa información no puede asimilarse sin la debida reflexión de los hechos referidos.

El libro se divide, como hemos mencionado anteriormente, en dos partes: la primera es la crónica de Heinrich Heine como periodista, que relata la llegada de la epidemia a la ciudad y las medidas que se tomaron para responder a tal catastrófico evento. Su relato es como un cruce entre crónica periodística y reflexión filosófica, haciéndose eco de la actitud de la población, poniéndonos como lectores en su piel, con observaciones detallistas que nos acercan a aquella realidad.

En la segunda parte es el marqués de Chateaubriand quien pasa a compartir con nosotros, en un extracto de sus memorias, su quehacer durante aquellas aciagas fechas, al actuar como intermediario entre una dama de la alta aristocracia y los organismos públicos municipales a fin de hacerles llegar una gran cantidad de dinero donada por la señora, sobre la recepción de dicha oferta por los diferentes entes y su reparto final, que debido a la situación política de Francia en aquel momento y recordándonos a los lectores del siglo XXI el funcionamiento de estas instituciones hoy en día, observamos que algunas cosas no han cambiado demasiado desde entonces…

En conclusión, podría decir que este libro me ha resultado interesante por la temática, que en parte puede extrapolarse a la situación actual, tanto en aspectos de salud como de política, pero que su breve extensión me ha dejado con ganas de más, esperaba encontrarme una crónica del pasado que pudiera aportarnos algo de utilidad o reflexión, pero debemos conformarnos con estas pequeñas pinceladas…