Soy Pilgrim

Esta vez me voy al mundo del espionaje. Nunca había leído nada de este género, por eso ha estado tanto tiempo en mi cesta de pendientes, porque el respeto que le tenía a las 863 páginas que me esperaban una vez lo empezara.

He de reconocer que hasta la mitad del libro estuve muy perdida. ¿Qué tenía que ver un asesinato en un hotel de mala muerte de Nueva York y un extremista islámico que nunca ha pisado EEUU? Pues ahí viene la magia del autor, tiene que ver todo y nada a la vez.

Me ha resultado fascinante como el autor consigue hilar la historia de tal manera que consigue que unas tramas, a simple vista, sin conexión ninguna se necesiten para desarrollarse.

He estado tentada a dejarlo en más de una ocasión pero tenía la ligera impresión de que algo bueno venía, y no me equivoqué.

El libro, dividido en cuatro partes, arranca con el asesinato de Nueva York. En la primera parte nos presenta a personajes como Ben y el Sarraceno con sus historias y al protagonista principal, llamémosle Scott Murdock por elegir uno de los cientos de nombres que posee, ya que es un agente secreto de EEUU en principio inactivo.

La codicia, la traición, la lealtad, la venganza y el extremismo islámico son los temas principales sobre los que gira la historia, todo esto bañado con algo que puede que os suene mucho, una pandemia y sus consecuencias.

No voy a decir que es un libro fácil de leer porque no lo es . Con una narrativa muy extensa y poco el diálogo nos enfrentamos a un libro de largas explicaciones y descripciones narradas en primera persona por nuestro protagonista lo que hará que la narración sea en tercera cuando habla del resto de personajes.

A pesar de esa lentitud cuando encaré la cuarta y última parte ya no me pareció tan pesada. El desenlace de la historia con toda la acción que ello conlleva le da una agilidad que no se encuentra en las anteriores.

Se trata, en definitiva, de un libro para amantes de este género que puede resultar algo pesado si no estás acostumbrado a él