Primer libro del año que me ha enganchado y no me ha soltado hasta acabar con él. Y además, debería tener doble mérito al tratarse de un género que no suele abundar entre mis lecturas: el de fantasía. Sin embargo, la temática de las brujas siempre ha sido una de mis debilidades y creo que en este caso, hasta el lector más racional sería capaz de ver el mensaje perfectamente extrapolable a nuestros días que se esconde detrás de cada detalle sobrenatural. Una historia de sororidad, de lucha por la igualdad, de solidaridad, de amor en todas sus versiones, de unión… |