Ross es un chaval normal, como muchos otros. Su vida transcurre tranquila entre casa y colegio y sólo tiene las preocupaciones típicas de su edad, como jugar al Annihilation Mars o intentar que la chica más guapa de su clase, Sarah Kennedy, se fije en él. Pero desgraciadamente, y como pasa muy a menudo en la vida, un buen día ocurre algo que lo pone todo patas arriba. La gran C entra en la vida de Ross y lo cambia todo y a todos, y Ross no sabe cómo enfrentarse a eso. Sólo él puede hacer lo posible para superar cada día y así poder seguir adelante, a pesar del miedo y la incertidumbre, y así ir construyendo su propia historia. Esta novela ha sido toda una sorpresa para mí y he de confesar que me ha atrapado por completo. La idea de contar la historia de un adolescente que tiene que enfrentarse a la dura situación de padecer un cáncer podría haberla convertido en una novela dura y triste, pero no, ha sido todo lo contrario. Es una historia alegre, con mucho sentido del humor, que narra momentos difíciles y días de bajón, incluso de depresión, pero que no se regodea en la desgracia y sabe sacar la parte buena de un hecho que no tiene ninguna. Ross sabe que tiene todo el amor y el apoyo de sus padres, y también tiene a su mejor amiga, Abby, que siempre está a su lado sacándole una sonrisa en los momentos más difíciles. Y también tiene la música, parte importante de la historia, que se convierte en su vía de escape y en su grito de rebeldía. Y mención especial a la parte musical porque la he disfrutado muchísimo y sí, ¡hay canciones!. Algunas no he podido evitar tararearlas en mi cabeza, ha estado genial. Pero también hay una parte para la reflexión, y creo que en este caso es importante cómo trata el hecho no sólo de cómo se enfrenta uno mismo al cáncer, sino de cómo se enfrentan los que están a tu alrededor. Cómo viven ellos tu enfermedad y cómo afrontan tus cambios físicos, cómo mira todo el mundo al "niño con cáncer". Porque esto es lo que pasa normalmente, la persona enferma cambia y los demás también. En este caso los compañeros de colegio de Ross no saben cómo afrontar su enfermedad y las reacciones son diversas, desde los que lo miran con pena a los que se ríen de su desgracia o el amigo que se aleja por miedo, porque no sabe cómo estar a su lado en estas nuevas circunstancias. Y todo esto que ocurre es real como la vida misma , no olvidemos que autor está contándonos esta historia basándose en su propia experiencia, así que seguro que sabe de lo que habla. |