Estaba pasando el Covid y decidí aprovechar para leer un libro fácil y entretenido. Algo que se pudiera asimilar con fiebre y dolor de cabeza y escogí éste, pensando que lograría distraerme. Sin embargo no ha sido así. Ni la lóbrega atmósfera del manicomio en el que se desarrolla una mínima acción, ni la personalidad lúgubre y esperable de los celadores de la institución, ni los ruidos misteriosos y las apariciones pseudogóticas me ayudaron. En varias ocasiones estuve a punto de dejar el libro, y no por el dolor de cabeza. Es un libro de trama mínima, sin demasiadas sorpresas, con personajes que habremos visto en cientos de novelas. No lo recomiendo en absoluto. |