La clase de griego

«La clase de griego», de Han Kang, es una novela intimista de ritmo lento y envolvente.
A través de sus páginas nos adentraremos de lleno en los sentimientos de los dos protagonistas.

Él es profesor de griego. Acaba de volver a Corea después de pasar su juventud en Alemania, aunque en realidad siente que no pertenece a ninguno de los dos sitios. Además, está perdiendo la visión y, aunque conserva su autonomía, sabe que terminará por perderla completamente.

Ella es alumna de sus clases de griego. Está pasando por un momento personal difícil, ha perdido a su madre y también la custodia de su hijo. También ha perdido la capacidad de hablar y pone sus esperanzas en que el aprendizaje de una lengua muerta le haga reconectar con el lenguaje.

La coincidencia en esas clases de griego es el epicentro de un huracán de sentimientos que traspasan las páginas y que hace que se te encoja el corazón. La pérdida sensorial de ambos, su sentimiento de soledad, su dolor, sus miedos,…, se transmiten a la perfección.

Además, esa forma en que ambos personajes son capaces de conectar a pesar de sus carencias, de comunicarse y de sentirse menos solos me parece magistral.

Una de las cosas que más me ha gustado es que los capítulos se van alternando y cambia el punto de vista del narrador. Los de él se narran en primera persona, en cambio los de ella están escritos en tercera persona. Este detalle de que ella, que no puede hablar, no cuente directamente su historia, me parece que refuerza todavía más el carácter emotivo del relato.

Ha sido mi primer contacto con Han Kang, pero estoy segura de que no va a ser el último.