Blanca es la niebla tras la que se esconden las sombras; la nieve que cae serena y se asienta sobre la ciudad convirtiéndola en algo hermoso y temible; una variedad de magnolias; las alas de una mariposa. Blanco es un tipo de ruido; algunos vestidos de novia; los saris de las viudas que se apartan del mundo en India; las mortajas. Vivir a la sombra de un ángel blanco es dejar de existir a medias. Es cruel competir con alguien que no fue porque la imaginación siempre mantiene inmaculada la memoria; mientras que los que se quedaron, manchan su propio camino con cada una de sus pisadas. Acompañar y excluir, recordar e inventar. Repetir ese mantra que, junto con el blanco de aquel momento, es parte de tu herencia: no te mueras, por favor, no te mueras. VIVE. |