El último hombre blanco

¿Cómo es posible que un libro tan cortito te remueva tantas cosas por dentro? Incomodidad, pena, expectación... Sin duda, «El último hombre blanco» no me ha dejado indiferente.

Una mañana, Anders se despierta siendo una persona completamente distinta. La imagen que le devuelve el espejo es la de un extraño con otro color de piel. al principio siente miedo y mucha preocupación, pero pronto empieza a percatarse de que hay otros casos similares. Por un breve momento, eso le produce cierta tranquilidad ya que no es el único que se ha transformado, pero poco se imagina que se avecina una gran tormenta. El caos llega a las calles y se produce toda una revolución.

Este libro habla de muchas cosas, pero sobre todo se enfoca en el racismo y en los privilegios que tiene la gente blanca. Me ha parecido brutal la forma en la que el autor lo ha plasmado todo. Ha conseguido que sienta esa incomodidad que produce la violencia y el odio injustificado hacia la gente negra. ¿Y saben qué es lo triste? Que a pesar de que la historia tiene toques fantásticos, todo está tan estrechamente ligado a la realidad que me dio pavor. Tal vez por eso conecté tanto con la historia.

Me ha parecido un libro muy reivindicativo y aunque está lleno de pasajes llenos de crueldad, también tiene ese puntito esperanzador. Vemos como la gente empieza a experimentar una especie de renacimiento; una metamorfosis de lo más bella. Y hablando de belleza, ¡qué pluma tan bonita tiene el autor! Utiliza una prosa tan lírica que se podría decir que hace una especie de ejercicio poético a lo largo del libro. Esto solo demuestra el poder que tienen las palabras.

«El último hombre blanco» expone la peor parte de la raza humana, pero también intenta sacar lo mejor de ella y nos muestra que la gente puede cambiar, ser resiliente y tener empatía. Espero que este libro gane relevancia con los años porque transmite un mensaje muy potente y creo que es una lectura perfecta para cualquier edad.