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Crítica de Celeste_Lightwood


Celeste_Lightwood
20 October 2020
En el año 2500 el mundo ha sufrido un cambio drástico. Debido a un accidente, el profesor Milton Roosevelt propagó por toda la Tierra un virus en el que había estado trabajando para convertir a la humanidad en inmortal. El cuerpo podía seguir destruyéndose, mas no así el sistema nervioso, que podía regenerarse por toda la eternidad independientemente de su recipiente corpóreo. No obstante, algo que podría considerarse como un gran avance de la ciencia, tenía una gran debilidad: cuando una persona cumple 200 años, su cuerpo comienza a degenerarse de golpe, perdiendo de un plumazo toda su juventud y los órganos comienzan a fallar progresivamente; adquieres de un día para otro el cuerpo de un viejo decrépito, pero, a pesar del deterioro, no puedes morir. Solo los más ricos pueden permitirse comprarse otra carcasa, otro cuerpo, otros órganos que le permitan recomponer todo lo que su maltrecho organismo está descomponiendo. Es lo que se denomina Decadencia. Durante años, la Agencia de Protección Genética ha luchado para eliminar la Decadencia, para borrar ese defecto de la inmortalidad y permitir que la gente pueda vivir eternamente joven y lozana, sin sufrir las consecuencias de la vejez. Y parece que está a punto de encontrar las claves para lograrlo.

Por otro lado tenemos a Johanna, una joven muy inteligente cuyo sueño es ser genetista, como sus padres, y ser capaz de encontrar la cura a la Decadencia. Ya desde pequeña ayudó a sus padres en lo que pudo y aprendió de ellos. Su próximo paso es superar el examen para entrar a la universidad. Precisamente será el día del examen cuando su vida y todo lo que conocía se un giro de ciento ochenta grados. al llegar a su casa, se encontrará con el cadáver de su padre, algo imposible ya que ningún ser humano puede morir. Entre sus restos, Johanna hallará una carta donde su padre le explica que por fin ha encontrado una forma de morir, de acabar con su vida inmortal, y que su propia hija es la clave. Así pues, para continuar con el experimento de su padre y que la prueba de su muerte no haya sido en vano, Johanna deberá ir hasta Chicago y reunirse con un grupo de investigadores amigos de su padre denominados Ágora. Allí descubrirá que la Agencia no es la única que intenta terminar con la Decadencia, pero que los métodos de ambos grupos son un tanto diferentes. También descubrirá que ella es la clave para darle una segunda oportunidad a la humanidad y para enmendar lo que Roosevelt no pudo conseguir.

Infinitas se trata de una distopía donde se nos habla desde un punto de vista menos romántico acerca de la inmortalidad. Estoy convencida de que todos hemos visto películas o hemos leído libros donde el villano, normalmente, tiene por deseo convertirse en inmortal, pero siempre se nos habla de las ventajas que esta inmortalidad puede otorgarnos, más que de las consecuencias negativas que de ella puede derivar. Por eso me llamaba la atención esta novela, pues buscaba leer una perspectiva más realista de este concepto. Sin embargo, el libro ha sido un desastre de principio a fin. Por resumir, diré que es una especie de panfleto ideológico disfrazado de fanfic de Wattpad.

Ya desde el principio sucedieron cosas que me descolocaron mucho y que deberían haberme dado cuenta de que este libro no me iba a gustar, pero, aun así, como la sinopsis pintaba tan bien decidí darle una oportunidad. Yo no sé qué manía tengo de no hacerle caso a mi instinto. La novela empieza con Johanna haciendo el examen para entrar a la universidad que siempre quiso. En el aula coincide con Leo, un antiguo compañero de clase, y este acompaña a Johanna a su casa. Será allí cuando Johanna descubra que su padre está muerto y las razones de ello. Poco después de ese suceso, la madre de Johanna, Deena, regresa a casa y se encuentra a los dos chicos y a su marido muerto. Y aquí ya empiezan las cosas raras. Deena, que sabía acerca de los experimentos de su esposo, le dice a su hija que tienen que huir, que después de lo que ha ocurrido tienen que esconderse y marcharse. Mientras tanto Leo decide contactar con su padre, que es policía, para que acudan a buscarlas. Así que Deena decide que no pueden dejar a Leo allí y que tiene que irse con ellas. Vamos, que le "secuestran". Y digo que esto es raro porque Leo apenas protesta, ni intenta escapar de la casa o huir de ellas, nada. Acepta de bastante buena gana irse con Johanna y su madre, formar parte de un grupo de fugitivas sospechosas de tener la clave para matar a la gente, sin casi resistencia por su parte. En esa situación lo normal habría sido, por lo menos, forcejear o amenazar con que su padre está en camino, no sé, algo. Pero no, se larga con ellas como si nada, quejándose de vez en cuando y poco más. Además, Leo podría haberse resistido porque te lo describen como un hombre fuerte y grande y podría haber dejado K.O perfectamente a Johanna y a su madre y haberse largado de allí, pero no lo hace. Tampoco hay una justificación plausible del por qué de su actitud.

En la huida, los tres terminan siendo detenidos por la Agencia debido a sus supuestos actos contra la inmortalidad, pero finalmente son rescatados por miembros del Ágora, ese grupo de científicos (terroristas, según la opinión pública) con el que Johanna debía reunirse atendiendo a los deseos de su padre. Gracias a eso, Johanna sabrá que su nacimiento en sí mismo es un experimento y que en su sangre está parte de la clave para terminar con la Decadencia. Así pues, decide colaborar voluntariamente con ellos a cambio de que rescaten a Leo y a su madre, pues al principio solo la salvan a ella. En este punto continúan las incongruencias argumentales. La única cualidad de Johanna es que es muy inteligente: no sabe luchar, no sabe defenderse, no sabe usar armas, no sabe hacer nada. Y aun así, decide chantajear a los miembros del Ágora con que, si quieren su sangre, ella debe acompañarles en la misión de rescate. Esto lo hará varias veces a lo largo de la novela, aunque luego su presencia termine siendo más inútil que otra cosa. Esto era algo que me repateaba porque literalmente Johanna no pintaba nada en las incursiones del Ágora, más allá de entorpecerles. Además, gracias a su inmunidad, Johanna era muy valiosa para este grupo, por lo que tampoco me entraba en la cabeza que la permitieran ir con ellos a misiones tan peligrosas donde podía salir herida, además del hecho de que la Agencia pretendía secuestrarla de nuevo para tener su sangre bajo su poder. Añadido a este absurdo, será más allá de la mitad del libro donde enseñen a Johanna a pelear y a defenderse, cuando lo lógico sería que lo hicieran nada más unirse al grupo. A parte de este tipo de incongruencias, y muchas más, que me hacían estar confusa gran parte de la historia hay otros fallos que considero aun peores.


El primero es el desarrollo del worldbuilding. La perspectiva distópica que nos plantea la autora me ha encantado, pero creo que está mal enfocada. Como he comentado al principio, la autora utiliza esta realidad alternativa para impregnar las páginas de su propia ideología en contra del capitalismo, de las clases adineradas y del gobierno, así como expone a la religión como un grupo de fanáticos descerebrados. Y ojo, no estoy diciendo que eso sea malo o que no comparta su punto de vista; al contrario, la base de una buena distopía es, precisamente, la crítica contra las instituciones y la sociedad. Sin embargo, estos elementos suelen estar tan bien entremezclados con el mundo al que pertenecen que no parece que el autor o autora te esté dando un discurso político, como es este caso. Las críticas que hace, sobre todo al capitalismo, están muy mal integradas con la historia y puedes entrever perfectamente la opinión y la postura ideológica de la autora en cada palabra que escribe. Para mi, el pensamiento del autor es inseparable de su obra, pero en este caso la forma de ver las cosas de Haizea destaca por encima de la propia novela, por eso la sensación que tenía mientras avanzaba era la de estar leyendo un discurso político más que un libro y eso me sacaba muchísimo de la historia. Es como si hubiera creado esta distopía con el único objetivo de transmitir a través de ella su pensamiento político, no porque realmente quisiera escribir un libro. Y por más que esté de acuerdo con las opiniones que vierte, como he dicho más arriba, esas opiniones no están para nada bien integradas con la trama y chirrían mucho.

Otra cosa que hace es tirar mucho del discurso feminista. Esto per se no es malo, de hecho es algo que me gusta leer en los libros, pero es que te lo mete sin venir a cuento. A lo mejor te está hablando de lo horrible que es la Decadencia y, de una manera super forzada, te enlaza ese párrafo con un alegato feminista. Se nota mucho que ese tipo de escenas las mete con calzador y que es incapaz de integrarlas bien con la obra sin que parezca un pegote. Que me parece muy bien que lo haga, pero volvemos a lo mismo, no sabe cómo darle un sentido dentro del argumento.

Al margen de la política, a pesar del mundo tan interesante que ha construido, la sensación constante es que faltan datos al respecto o que estos datos están mal distribuidos. Que la humanidad sea inmortal genera muchas dudas, por lo menos a mí, y sentí que o no estaban resueltas o su resolución estaba incompleta. Por ejemplo, ¿qué pasa con los abortos? ¿Cómo son sostenibles las residencias? ¿Cómo es sostenible el empleo? Teniendo en cuenta que la gente no se moría y tardaba 200 años en comenzar a envejecer, ¿hay trabajo para todo el mundo? ¿Hay algún tipo de control de natalidad? ¿Cómo consiguen recursos suficientes para mantener a tanta población? ¿Cómo se enfrenta la sobrepoblación al cambio climático? No sé, para mí eran cuestiones obvias que deberían estar resueltas en el libro porque precisamente va de eso, de cómo se enfrenta la gente a la inmortalidad y cómo se gestiona esto. Y sin embargo, siento que o bien no han sido respondidas o bien se ha pasado por encima de ellas sin profundizar y son cuestiones que, a mi parecer, son muy relevantes cuando construyes una distopía de estas características. Otra cosa que ocurre a este respecto es que muchas veces se te da la información a destiempo. Es como que la autora tiene claro lo que quiere contarte, pero no parece que tenga muy claro en qué momento te lo quiere contar. Entonces, a veces nos encontramos con información al respecto de este nuevo mundo que no tiene mucho sentido que esté insertada en ese momento y a veces nos encontramos con información que hubiera sido mucho más útil que nos hubiera dado con anterioridad porque así habríamos entendido mejor algunas cosas.


El segundo problema principal que he tenido con este libro y que está relacionado con el primero es la prosa. La prosa es terrible. Es muy superficial, te cuenta las cosas importantes por encima y luego te desarrolla en profundidad otras cosas que no tienen ninguna relevancia. Apenas tiene descripciones y las que tiene están fatal construidas e incompletas. Esto dificultaba muchísimo la lectura porque sentía constantemente que me faltaba información, que no sabía muy bien cómo había pasado del punto X al punto Y. Además, el libro está plagado de diálogos. Los diálogos son excesivos y muchas veces sacrifica las descripciones para integrarlas en las conversaciones y queda fatal. Por ejemplo, en vez de explicarte cuál es el siguiente paso que va a dar el Ágora respecto a sus investigaciones, te mete eso en un diálogo del estilo: ay, ¿es que no te acuerdas? Lo hablamos en la reunión de ayer, resulta que mañana vamos a... Y así de manera constante. Abusa mucho de los diálogos y sus descripciones son muy pobres. Continuando con los diálogos, estos tienen dos registros: el infantil y el adulto. Johanna y su amiga Elsie tienen unas conversaciones muy infantiles y estúpidas que no reflejan para nada su edad. En general, todo el mundo habla de una manera muy informal en un registro que chirría muchísimo con la temática del libro. La forma en que los personajes se expresan en sus conversaciones muchas veces le resta seriedad a un asunto que se supone que es importante y el contraste que hace es muy chocante. Los adultos, supongo que para "parecer más adultos", hablan siempre con palabras muy cultas, muy secos y directos y la mayor parte del tiempo parece que están cabreados, en contraste con Johanna y Elsie. Esa es otra cosa que me hace gracia, que la prosa es muy plana, pero de vez en cuando te mete palabras super cultas que quedan horribles y muy fuera de lugar.

En cuanto a los personajes, no he llegado a conectar con ninguno. No soportaba a Johanna porque su forma de ver las cosas es muy "happy flower" y era demasiado buena, mientras que a veces era una inconsciente y una irresponsable. Es una chica muy contradictoria que en determinados momentos actúa con mucha madurez, pero, en otros, parece bastante tonta. Laura Snyder, el otro personaje relevante del que no os quiero hablar mucho, me resultó bastante petarda y aunque entendía sus reservas y por qué no confiaba en el Ágora, a veces se me hacía muy cargante con sus decisiones y pensamientos. A Elsie no la soporté desde el principio porque es una niña repelente que nunca se calla y que siempre tiene que estar feliz, de buen humor y alegre. Parece que se lo toma todo a cachondeo y que no sabe ser seria, ni siquiera en las situaciones que sí lo son. Por otro lado, Leo me parece un personaje que no pinta absolutamente nada en la historia y que si la autora lo hubiera omitido la trama hubiera seguido igual; de la madre de Johanna, Deena, lo único que sabemos es que es una tipa muy dura, con mucha mala leche y que sus ojos llamean como brasas furiosas (porque lo repite cada vez que sale este personaje). Si acaso, los personajes mejor construidos y más interesantes han sido Philippa, una de las jefas de la Agencia, y Omega, el líder del Ágora. El resto de personajes me han dado absolutamente igual y su único objetivo es ser puro relleno.

Respecto al romance LGTB, la relación es predecible, su desarrollo es bastante meh y no me ha inspirado ningún sentimiento enternecedor, sino que también me ha resultado bastante indiferente. Es más, en ocasiones me ha puesto de los nervios porque los implicados en la relación tomaban decisiones evidentemente absurdas por anteponer sus sentimientos a su deber y me ponía bastante de los nervios.

Para resaltar algún punto positivo y que no sea todo despotricar contra la novela, me ha gustado que la trama gire en torno a la ciencia y que se resalte la importancia de las mujeres en este ámbito, así como en el ámbito de la tecnología en general. También me ha gustado, como ya he comentado, la distopía en sí y el mundo alternativo que los plantea, por muy mal descrito que haya estado.

Es la primera novela que he leído de esta autora y me siento decepcionada. Había leído malas críticas al respecto de esta obra, pero también había leído muchas reviews buenas que destacaban puntos que me interesaban. No obstante, desde mi punto de vista, no me ha merecido la pena. Por más que la distopía me haya gustado mucho, lo mal escrita que está, la falta de descripciones, el abuso de diálogos, los personajes y la constante carga ideológica han hecho que no la haya disfrutado nada.

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