David Pichón

Si hubiera leído este libro con 10 u 11 años estoy segura de que me habría encantado. Aunque no voy a mentir, leerlo con más de 30 ha sido interesante.

La historia comienza el día que la dueña de la Gata mala le da de comer a David en un parque, momento que aprovecha dicha minina para atacarlo, lesionándole un ala. Así que la humana decide llevárselo a casa para curarlo y Capi, inseparable amigo de David, los sigue. de esta manera tenemos a dos palomas viviendo en un cobertizo en el jardín mientras planean cómo librarse de la Gata Mala para ser ellos los únicos que reciban atenciones de la humana. Pero a veces los planes no salen como uno espera, y librarse de la gata puede tener consecuencias inesperadas...

Este libro alterna páginas de texto con páginas de ilustraciones, páginas manuscritas (¿pataescritas? Las palomas no tienen manos) y un poco de todo. La mayoría de los planes de las palomas son absurdos y graciosos, como "El plan de esperar a que llueva" o "El plan de mirar fijamente a la Gata Mala.

La pareja de David y Capi me recuerda mucho a Timón y Pumba, de El rey león. David sería Timón, con sus ideas locas y Capi sería Pumba, aportando un poco de sensatez pero dejándose arrastrar por los planes de su amigo.

Una divertida aventura que derrocha valores y alguna que otra moraleja, pero que no queda ni siquiera un poco cerrada al final, puesto que este libro es el primero de lo que intuyo va a ser una colección.