La primavera ausente

Esta fue mi última lectura del 2020, ¡y vaya lectura! Tiene absolutamente todo lo que busco en un libro. Personajes reales y magníficamente construidos, con sus defectos y sus virtudes, con sus secretos, con su pasado, con sus miedos y temores. Un mundo bien desarrollado en el que nos vamos adentrando más con cada página. Con las batallas justas, sin abusar de ellas para que no lleguen a hacerse pesadas. Con momentos de acción y momentos de pausa. Con miles de secretos que se nos van desvelando de manera ordenada, sin soltarlos de golpe ni dejarlos todos para el final.

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Es una historia realista, de esas en las que acompañas a los personajes a lo largo de su vida, con objetivos que van apareciendo en el transcurso de la historia y no desde el principio. No hay un solo malo al que derrotar, ni una profecía que cumplir. 

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Me ha gustado la manera en la que se nos va desvelando la historia y la geografía del mundo, usando para ello a los propios personajes y presentándonoslo a través de sus ojos. Evitando, así, los grandes párrafos repletos de la historia del mundo.

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Admito que, para según qué tipo de lector, es una historia que se puede antojar un pelín lenta y densa. Pero si uno está dispuesto a dejarse cautivar por la agradable pluma del autor, merece la pena llegar hasta el final de esta primera entrega pues sus tres protagonistas son de esos que logran hacerse un hueco en tu corazón. Sin duda, unos personajes que no voy a olvidar y de cuyas vidas estoy deseando saber más. 

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Además, las otras tramas que se entretejen con la trama principal, están también muy bien llevadas. Sus personajes no tienen nada que envidiar a los protagonistas, y estas no solo aportan grandes revelaciones del mundo en el que nos encontramos o de los secretos que nos rodean, sino que además dotan a la obra de un mayor dinamismo y rompen un poco con la linealidad.

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Resumiendo: una obra que se va directa a mi pódium de lecturas favoritas y que sin ninguna duda recomiendo a todos los amantes de la fantasía menos juvenil.