Un cuento ilustrado que 𝗿𝗼𝗺𝗽𝗲 𝗰𝗼𝗻 𝗹𝗼𝘀 𝗲𝘀𝘁𝗲𝗿𝗲𝗼𝘁𝗶𝗽𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗴𝗲́𝗻𝗲𝗿𝗼, que apoya la diversidad, que fomentan la integración. ¡Vivan las uñas de colores! protege la libertad individual y enseña a los niños a respetarla y apoyarla. Los pequeños lectores empatizan al instante con el protagonista, sufren con él quedando expectantes por saber el final de la historia. Ser diferente o preferir cosas que la sociedad ha instaurado como poco apropiadas para un determinado sexo, nunca debe suponer rechazo por parte del entorno o abandono de quien lo sufre de su propia esencia. Un cuento que nos ha conquistado totalmente con un final maravilloso. |