El demonio de Laplace

OPINION

📣 ¿Sabíais que el título hace referencia al filósofo y matemático francés Pierre-Simon Laplace y su famoso pensamiento sobre el determinismo?

Quizás estaba predestinado que “El demonio de Laplace” de Antonio Guisado cayera en mis manos y una ley no escrita me impulsara a leerlo y a escribir esta reseña, o tal vez fue una elección propia guiada por mi curiosidad insaciable. Independientemente de la fuerza que haya dirigido mi camino hacia él, este libro ha sido una revelación. La premisa intrigante, que promete desentrañar los misterios del destino humano, capturó mi atención desde el momento en que lo descubrí en las redes de @siruelaediciones . Y debo decir, sin lugar a dudas, que ha cumplido con mis expectativas.

La trama, tejida con maestría, nos lleva por un camino donde el libre albedrío es cuestionado a cada vuelta de página. A pesar de los momentos en que la narrativa se ralentiza por los circunloquios del autor, la historia mantiene su encanto gracias a personajes que despiertan fuertes emociones, ya sea antipatía o admiración. El elemento sobrenatural añade una dimensión extra, un condimento que realza el sabor de una trama ya de por sí cautivante.

Guisado no es para lectores impacientes; su estilo demanda atención y reflexión. No esperes un ritmo frenético, sino más bien un crescendo de tensión que culmina en giros sorprendentes. La ambientación es una protagonista más, con Sevilla desplegándose como un telón de fondo que respira y palpita al ritmo de la historia.

Una advertencia para los amantes de los animales: hay pasajes que pueden resultar desagradables, un recordatorio de que la oscuridad también forma parte del mundo que Guisado pinta con palabras.

Además, la novela nos deleita con múltiples referencias a libros y películas de la cultura popular. Estas referencias, diseminadas con sutileza a lo largo de la historia, son un regalo para los aficionados, añadiendo una capa de disfrute y complicidad entre el autor y el lector.