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La verdad es que son tantas las emociones experimentadas al leer este libro que no sé ni por dónde empezar. Ya he dicho que nunca imaginé que un libro que trata de unos hechos tas escabrosos pudiera llegar a gustarme tanto. Pues me ha gustado, y mucho. Porque a pesar de que trata de un tema penosamente de actualidad, que podemos comparar con otros casos un tanto similares, ustedes mismos me daréis la razón a medida que avancéis en la lectura, todo lo hace diferente y atrayente la forma de narrar la historia. Como he dicho, han sido muchas las sensaciones que he tenido al concentrarme en su voz, la voz de Emilio. Es cierto que con este libro no he llorado, como me ha pasado con otros libros, ni tampoco he reído, pero si he podido incluso vislumbrar en un momento dado, repelús incluido, como la señora Fatalidad y el señor Destino, como Emilio los llama, pueden jugártela en cualquier momento de tu vida, sin comerlo, ni beberlo y verte inmerso en la peor de las pesadillas. En cuestión de un segundo todo se puede torcer y ahí está el instinto natural de supervivencia, ahí está la capacidad de reacción, los reflejos, esos que en situaciones límite NUNCA sabemos a dónde nos pueden llevar. Antonio cuenta esta historia de una manera muy peculiar, en primera persona, con diálogos y dirigiéndose constantemente al lector, con el que establece una relación desde el pincipio, a veces buscando aprobación, a veces compensión y otras simplemente dando información. Todo esto hace muy amena su lectura, y es por eso precisamente por lo que este libro merece la pena ser leído. Su original forma de narrar, en la que no faltan continuamente las alusiones a otras situaciones, a escenas de películas, a personajes tanto reales como de ficción, a frases famosas, a refranes populares... Me encantan sus divagaciones, cosa que para otros a lo mejor es salirse de contexto y enredarse desviándose de la historia, para mí es algo que ya lo caracteriza como autor y que espero encontrarme en sus futuras novelas, las cuales doy por hecho que existirán. También me ha enganchado su lucha con el bien y el mal, y su tono sarcástico y divertido incluso en las peores situaciones. En definitiva, si odio al protagonista o no, es algo que me voy a guardar para mí, espero que lo entiendan, de hecho lo harán si llegan a leer el libro. Deciros que recomiendo su lectura 100%, que a veces merece la pena saber la historia del otro lado, "del de la verdad". Donde ni los buenos son tan buenos, ni lo malos son tan malos, en palabras de Emilio “a estas alturas estoy convencido de que ni los cuervos son negros por completo, ni las palomas blancas inmaculadas. El gris es el color del hombre como especie”. No podéis dejar de conocer a este autor, porque ya os digo que si la historia en sí no es del todo de vuestro agrado, la forma de contarla, os dejará con ganas de más. De nuevo gracias Antonio. Enlace: https://elespejodemayca.blog.. |
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