En la ciudad de Mistyville llevan años viviendo los vampiros en el anonimato. Todo estaba tranquilo hasta que comienza a desatarse una guerra contra ellos, que acabará metiendo por medio también a los humanos. Nos encontramos con varios personajes principales cuyas historias vamos conociendo y se van entrelazando, formando una trama llena de acción. Por un lado, tenemos a Ethrin, una vampira nigromante; Aston, un joven cuya vida está patas arriba; y Henrik, un viejo pintor que debe cumplir con los encargos de un exigente mecenas. Además, hay varios personajes secundarios que cobran bastante importancia (como Darko, que ha sido de mis favoritos) y un villano al que odiarás. Los vampiros no son los típicos que conocemos, sino que muchos de ellos tienen poderes asociados (como la nigromancia y otras habilidades especiales). No se les puede matar con estacas ni balas de plata, pueden pasearse tranquilamente por las iglesias y son inmunes al agua bendita, a los crucifijos y al ajo. Además, conservan su lado emocional. La ambientación es tétrica y oscura, con tramas sangrantes y violencia explícita, por lo que no es un libro para todos los públicos. No esperes una historia de amor a lo Crepúsculo o Crónicas vampíricas, porque aquí de lo que se trata es de acabar con todos ellos. Y el final desde luego no te deja indiferente. ¿Sabremos más de estos personajes en el futuro? |