En el juego, como en el amor, no se improvisa

El primer libro nos enganchó y este no ha sido menos. Continuamos con el plan: robar lo que ya había sido robado para devolvérselo a sus legítimos dueños.

Carolina es la única del grupo experta en robar, lo lleva haciendo desde hace años simplemente por diversión, tiene un estilo a lo Robin Hood, por lo que este robo es pan comido para ella.

El problema surge cuando por culpa de esos «pequeños» hurtos, que comete entre fiesta y fiesta, un agente de seguros la pone en el punto de mira…

Jamás pensó que podría afectar al «plan» y, mucho menos, que huyendo de ese agente fuera a parar a una pizzería que le cambiará la vida.

Miguel conseguirá que todas sus creencias antilove vayan cayendo, verá que sus pasos siempre la dirigen al mismo sitio, por algo será ¿no?

El plan era sencillo, pero puede que todo se complique… ¿Lo conseguirán? Tienes que leerlo para saberlo 😜