Tercer libro protagonizado por la arqueóloga forense Ruth Galloway, quien ha sido madre recientemente por lo que se enfrenta a un problema común: la conciliación familiar. Y es que Ruth adora a su hija, pero también adora su trabajo. Y a veces es difícil compaginar ambos aspectos. La trama se desarrolla en torno a la investigación de la muerte de seis hombres, cuyos cadáveres han aparecido sepultados en un acantilado. Aunque dichas muertes ocurrieron medio siglo atrás, su aparición tiene consecuencias funestas también en el presente. Y es que al desenterrar la verdad, también se abre muchas veces la caja de Pandora. El libro tiene buen ritmo, su lectura resulta amena, entretenida. Me ha gustado bastante, más que el anterior. Por lo que estoy deseando llegue la próxima entrega. |