Me costó un poco entrar, pero luego ha sido un no parar. La trama, los personajes y la ambientación, todo perfecto. Lo mejor, esa magia tan bonita que se respira continuamente en el aire. Y, por supuesto, la leyenda, siempre presente. Está de fondo pero, a la vez, lleva el peso de la historia sin condicionar ni apretar. En todo momento la autora crea su propia historia, su propio cuento, con los mismos personajes a los que conoces de siempre pero distintos. Y el final... Guau. Me ha recordado mucho a Las bestias olvidadas de Eld. No me esperaba encontrar esta joya, la verdad. Se va directo a mis favoritos. |