La reveladora

Me lancé con “La Reveladora” empujada por las buenas críticas del libro y sinceramente, su sinopsis me llamaba la atención. No había leído nada previamente del autor.

Ambientada en un valle de Tenessee durante la primera mitad del siglo XX , cuenta la historia de Stella, una huérfana criada en el valle por su abuela y que es depositaria desde muy pequeña del secreto familiar: su apellido es custodio de una criatura que vive en el interior de la montaña, al que consideran un Dios y alrededor del cual han montado toda una religión paralela. El supuesto Dios solo se comunica con las mujeres de la familia y los hombres las necesitan para recibir su mensaje y luego hacer ya su propio man explaining.

La historia se estructura en dos tiempos, la infancia de Stella por un lado y de joven adulta por otro, a capítulos alternos lo que le permite a Gregory mantener la tensión de la trama en todo momento. O al menos hasta la primera mitad del libro. Lo cierto es que luego es tan enrevesado y estrambótico que se hace lento a pesar de la sucesión continua de acción y sobre todo, se vuelve burdo.

Esperaba algo más de terror psicológico ya que juega con el elementos propios del género (“algo” desconocido, infancia corrompida…) pero acaba siendo un borrado de una peli de terror de serie B donde no sabes si reír, gritar, hartarte de palomitas o todo a la vez.

Los personajes son tan caricaturescos y faltos de matices e historia personal que no se logra empatizar con ellos.

El final lo salva por los pelos una sucesión de violencia y escenas grotescas (risa y palomitas) que consigue una reacción de humor que me parece se aleja de lo que pretendía conseguir el autor.

En definitiva, a pesar de la preciosa edición de Blackie, siempre a destacar: muy prescindible.