Olga viaja al espacio exterior

En el anterior volumen conocimos a Olga, una pequeña un tanto gruñona e independiente, que adora a todo bicho viviente (excepto a los humanos) y que su curiosidad y su inteligencia la lleva a investigarlos mediante la observación y su actuación posterior. En esta ocasión quiere irse del planeta a buscar el planeta de Meh, el “Olgamus” que descubrió en su anterior aventura. Pero Meh está actuando extrañamente (tiene fiebre, actúa con violencia, le han salido unos bultitos) y antes de dejar la Tierra, tendrá que averiguar que es lo que está ocurriendo con él. Como siempre, Olga recurrirá a sus amistades para que la ayuden y también a un veterinario muy especial.

Me encanta Olga y me encanta Meh. Sigue la misma estela que la primera entrega: con unas ilustraciones chulísimas y unos diálogos que enganchan. Vemos como lucha por lo que quiere y utiliza los recursos a su alcance para ello: los adultos, Charlie y las Lalas, el veterinario, la biblioteca y la bibliotecaria, internet para poder investigar… Me ha gustado tanto como la primera, aunque el factor sorpresa y la frescura del anterior ya se pierde un poco en este. El final, para un adulto puede ser bastante predecible, pero no para un niño o niña, que intuyo que puede ser la mar de divertido, sobre todo esos “rollitos de primavera”.

¿Es un libro autoconclusivo? Diría que sí pero no, sí porque la historia en sí comienza y acaba, pero pienso que se necesita la primera parte para ponernos en contexto y saber de dónde viene Meh o la araña. Esperando a ver qué aventuras le deparan a la gruñona de Olga en la siguiente historia.