Había leído hace muchos años "Malena es un nombre de tango", el cual me encantó, y no me esperaba decepcionarme con este libro cuyo título me parecía tan sugerente. Almudena tiene una capacidad narrativa indudablemente grandiosa, lo cual en este caso se le vuelve en su contra porque hace que la novela pierda ritmo. A su vez su rígida estructura, que de principio resulta interesante, tampoco ayuda a que los personajes interactúen y a que la trama fluya. |