Acércate

Tengo una cierta debilidad por las novelas centradas en lo psicológico de los personajes, éstas que te permiten meterte en los escondrijos de la mente de sus protagonistas y descubrir sus horrores. Si encima lo unimos a la temática de la posesión infernal, a mí me tienes ganada.

Hablemos de «Acércate».

En esta novela corta nos ponemos en el lugar de Amanda, una arquitecta que sufre un proceso de posesión demoníaca. al verlo todo desde una primera persona somos partícipes de lo que piensa, de las contradicciones que sufre producto de esta posesión. Con ella, nos sumimos en un descenso a los infiernos (nunca mejor dicho). Un aumento progresivo de caos y locura.

Aún así, no tardamos en darnos cuenta de que no está del todo disgustada con lo que experimenta... Porque sí, Amanda tiene miedo en ocasiones, pero es en este punto donde reside la originalidad de esta novela: que no es la víctima de brutales mut1l4ciones y vejaciones contra su persona, sino que el demonio (Namaah) adquiere más bien una posición de obsesión enfermiza hacia ella. No le hace daño, sino que la transforma.

Es una posesión en un sentido mucho más amplio de la palabra.

No quiero comentar mucho más de la novela porque creo que ya la he destripado bastante, pero es que no podía NO hablar de todo ello que me ha parecido tan interesante.

Y es que «Acércate» es mucho más que una historia de posesiones. Su ambiente enrarecido y cotidiano (a la vez que perturbador) nos deja entrever que hay mucho más allá.

Y hasta aquí puedo leer.

¿Qué puedo decir? Lo he disfrutado bastante, aunque si os soy sincera me esperaba un poco más. Quizá hayan sido las expectativas, esas grandes enemigas, o porque suele gustarme un poco más de escabrosidad. Aun así, entiendo lo que la autora quería conseguir: unas escenas ambiguas que te hagan dudar de todo y de todos. Que te hagan sentir poseída.

Y es que además, ¿quién no quiere una BFF demonio?