No me iré sin decirte adónde voy

A pesar de la apariencia de la portada, que engaña al lector otorgándole al libro un diseño propio de romántica juvenil junto con una traducción del título poco acertada (Dieu voyage toujours incognito o Dios siempre viaja de incógnito en su versión original), esta obra poco tiene que ver con los géneros mencionados. La trama se centra en París, lugar donde habita nuestro protagonista estadounidense trabajando como contratista en una empresa donde no se siente valorado. Una actitud derrotista solapada con una visión trágica de la vida lleva a Alan a abandonar sus esperanzas, hasta que una persona aparece en su camino para darle un giro de 180º a su destino. Un comienzo que empieza pareciéndose a un final termina siendo un desenlace que parece dar lugar a una nueva vida, siendo esclarificador para el lector a medida que avanza entre estas páginas mientras observa el crecimiento personal del personaje principal y su progresiva toma de confianza en sí mismo. 'No me iré sin decirte adónde voy' está plagado de misterios, pruebas psicológicas, drama, cierta acción impulsiva y sutiles toques de humor que reavivan el ánimo de quién sepa fundirse con las apariciones de las muy diferentes personalidades que toman parte en la historia. No es una simple novela, ya que los fines didácticos en el ámbito psíquico son claros e instruyen de forma acertada sobre el comportamiento social e individual inconsciente, consiguiendo verbalizar muchos 'cómos' y 'porqués' que no sabíamos que desconocíamos. Muy recomendado para aquellos que sientan que les falta algo, que no encajan en el molde, que les reconcome la rutina, se sienten inseguros o simplemente quieran descubrir lo que estas páginas les tiene guardado. Nueva visión del mundo asegurada de la mano de Laurent Gounelle para quién se anime a descubrirse a sí mismo en tercera persona.