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Me he encontrado una novela bastante alejada de mi zona de confort pero que consiguió sumergirme en la lectura de manera más que agradable. Podría decir que estamos ante una novela policíaca con su correspondiente misterio por resolver, pero es que al mismo tiempo nos encontramos un puzzle de personajes que van encajando poco a poco entre sí según descubrimos los lazos y vivencias que los unen. Con un estilo pausado que te traslada al ritmo de vida de la pequeña localidad costera, tierra de pescadores, en la que está ambientada. Un pueblo como tantos otros al que el verano y la llegada de turistas cambia las rutinas y el ambiente. Puede que el algunos momentos el uso de adjetivos para cada personaje, situación, ambientación o pensamiento me haya parecido excesivo, pero no era algo molesto que me hiciese perder el hilo. Laura, la protagonista, en esa etapa en la que no eres adolescente pero tampoco eres adulto, es un personaje que evoluciona y se transforma delante de nuestros ojos según va descubriendo y desentrañando una vida con muchos secretos y pasajes oscuros. Tantos como el resto de personajes que la rodean y que tanto ocultan. En conclusión, un libro que sin tener un ritmo trepidante, te mantiene la intriga con algún giro inesperado que sorprende entre escenas más o menos previsibles y con unos personajes que son lo mejor de la novela. Gracias a Masa Crítica de Babelio por el envío del ejemplar. |
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