Después de Kim

En "Después de Kim", Ángeles González-Sinde nos lleva a un viaje dónde descubrimos el amor, el dolor y lo complicado que resulta a veces vivir.

Geraldine y John son un matrimonio británico, con una hija, Kim. Una noche Geraldine recibe una llamada desde el consulado de España. Como todas las llamadas a horas intempestivas, no trae buenas noticias. Su hija Kim ha sido hallada muerta en su domicilio.

Geraldine y John llevan casi 30 años divorciados y además descubrimos que apenas tienen relación entre ellos. No obstante, Geraldine coge el coche y acude a casa de John a darle la noticia. Tampoco tenían relación con su hija, apenas una llamada en año nuevo y nada de visitas por ninguna de las dos partes. El viaje a España para descubrir qué le ha pasado está lleno de sorpresas: está casada y además tiene un hijo. Son abuelos y no lo sabían.

Aquí comienza el viaje más duro al que se van a enfrentar.

Ángeles González-Sinde nos describe las distintas emociones por las que unos padres pasan frente a una noticia así. Desde la fortaleza y afán de saber de John, a la negación y silencio de Geraldine. Es algo muy duro de sobrellevar, y creo que lo ha sabido plasmar de una manera bastante fiel.

John se centra en Zeus, un galgo que su hija y su nieto tenían de mascota. Para él resulta una vía de escape y de distracción. También pregunta todo lo que puede a las amistades, conocidos y compañeros de trabajo de Kim, para poder conocer un poco más la vida que llevaban y cómo eran. Quiere averiguar todo lo posible, ya que cree que eso también puede ser útil para saber qué ha pasado y para encontrar al niño.

Por el contrario, Geraldine, prefiere no hacerlo frente, como el típico "si no lo veo, no me ve", ella cree que si no lo reconoce, es que no ha pasado. Si no realizan un funeral, su hija no ha muerto. No quiere desprenderse de lo único que les queda de Kim.

Esta situación no es la única que tienen que superar. El hecho de estar juntos y vivir esta situación después de tantos años separados hace que recuerden momentos de su vida pasada. El amor, la convivencia, cómo se conocieron y lo que les llevó a divorciarse van a estar muy presentes. Tienen que aprender de nuevo el uno del otro, a superar el pasado y luchar por un futuro nuevo con su nieto.

Vamos encontrándonos con situaciones del presente, en España, y alternos capítulos del pasado e infancia de Geraldine y John, por separado, y juntos desde que se conocen y deciden formar una familia. También conocemos la vida que en parte ha tenido su hija Kim desde pequeña. Gracias a ello, entendemos más lo que les ha llevado a la situación actual, a no tener relación con su hija, y todas las situaciones que han tenido como matrimonio, que en más de una ocasión del presente, se dejan entrever con comentarios de John o Geraldine. En todo momento son necesarios para ir encajando la historia.

Me ha resultado un libro muy ameno de leer, está muy bien escrito, con muchos detalles y sentimiento. La historia es muy bonita y engancha. Muy dura en algunos momentos, pero también necesario, ya que nos hace reflexionar sobre ciertas situaciones de nuestra vida cotidiana y si realmente merece la pena alguna de las actitudes o reacciones que hemos podido tener, a nivel personal. No podemos olvidarnos de lo importante, ya que después puede ser tarde.

Quizá me ha faltado un poco más de detalle para saber el motivo por el que Kim no tenía relación con sus padres. Está claro que situaciones que descubrimos de su infancia, secretos y cómo le afectó la separación de los padres le ha influido. Pero desde mi punto de vista creo que se excesivo el que no les haya dicho que son abuelos o que sólo se hagan una llamada al año. No me concuerda tanto distanciamiento para lo que descubrimos del pasado de la familia.

A pesar de este pequeño apunte, "Después de Kim", es una novela que me ha sorprendido y que recomiendo leer.
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